A veces, las alternativas más modernas, alternativas, ecológicas y baratas para el cuidado del hogar y el jardín son prácticas que nuestros bisabuelos y tatarabuelos utilizaban con normalidad.
Estas soluciones antiguas fueron abandonadas cuando comenzaron a comercializarse productos industriales, pero no quiere decir que no fueran eficaces. Si tienes las materias primas, a menudo son la mejor opción.
Es el caso de la lejía de ceniza, un potente detergente natural que nos permite aprovechar un residuo como las cenizas que, de otro modo, acabaría muy probablemente desperdiciado.
¿Qué es la lejía de ceniza?
La lejía de ceniza, también conocida como agua de ceniza, jabón de ceniza o detergente de ceniza, es una preparación líquida que se obtiene al mezclar agua con ceniza de madera.
Este producto natural ha sido utilizado durante siglos como agente limpiador y desinfectante, mucho antes de la aparición de los productos químicos comerciales que conocemos hoy.

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Desde el punto de vista químico, la lejía de ceniza contiene principalmente hidróxido de potasio (KOH), sustancia también conocida como potasa cáustica. Este compuesto se forma cuando el carbonato de potasio (K₂CO₃), presente en la ceniza de madera, entra en contacto con el agua.
El resultado es una solución alcalina con un pH muy básico (aproximadamente 13), lo que le confiere propiedades desinfectantes y detergentes además de corrosivas.
La lejía de ceniza es muy diferente de la lejía comercial convencional, que contiene hipoclorito de sodio (NaClO). Aunque ambas tienen propiedades desinfectantes, la lejía de ceniza es considerada más ecológica y menos contaminante, aunque también menos potente.
Cómo elaborar lejía de ceniza
La preparación de la lejía de ceniza es sencilla, aunque requiere atención a ciertos detalles para obtener un producto efectivo y seguro. Antes de empezar, ponte una mascarilla y gafas para protegerte del polvillo de la ceniza.
Puedes observar el proceso en el post de la experta en huerto ecológico Ana Belén Hernández (@elhuertomurciano), que elabora su propia lejía de ceniza tanto para utilizarla en las plantas como para limpiar y desinfectar en casa. Más abajo te detallamos los pasos y te contamos cómo utilizarla con diferentes fines.
Instrucciones paso a paso
Recoge ceniza de madera, preferiblemente de especies duras como roble, encina o haya, que no hayan sido tratadas con productos químicos. Pueden servir las cenizas de estufas de pellets y hornos y hogares de leña.
Tamiza la ceniza con un colador para eliminar restos de carbón y obtener un polvo fino. Por motivos higiénicos y de salud, no uses un colador que luego vayas a usar en la cocina.
Mezcla en un recipiente de plástico o vidrio la ceniza con agua en una proporción de 1 parte de ceniza por 2 o 3 partes de agua (es preferible usar agua blanda: de lluvia, destilada, filtrada o mineral natural de baja mineralización). Remueve enérgicamente durante 5-10 minutos.
Realiza una prueba de densidad: si un huevo o una patata flotan en la mezcla, la proporción es correcta. Si se hunde, añade más ceniza y vuelve a remover.
Deja reposar la mezcla en el recipiente tapado y a la sombra durante 48 horas (dos noches).
Cuando esté lista, en el fondo del recipiente se habrán depositado los posos. Por encima, el líquido (la lejía de ceniza) será de un color amarillo anaranjado, similar a la miel de flores. En algunos casos, dependiendo de la ceniza, puede ser más oscuro.
Ponte guantes y gafas para filtrar con cuidado el agua de ceniza sin que se mezcle con los posos.
Usos de la lejía de ceniza en el hogar

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La lejía de ceniza es un producto versátil y natural que puede utilizarse en múltiples tareas domésticas:
Fregar el suelo de cerámica
La lejía de ceniza funciona como un potente detergente para la limpieza del hogar: puede utilizarse para fregar suelos de la cocina y el baño.
Lavar la ropa
Históricamente, la lejía de ceniza se utilizaba para lavar la ropa; de hecho, la expresión "hacer la colada" proviene precisamente de "colar" la ceniza para obtener el líquido limpiador.
Puede utilizarse en lavadoras automáticas (con precaución, diluida y en pequeñas cantidades (40 ml de lejía de ceniza diluida en 160 ml de agua) y para el lavado manual de prendas, especialmente para blanquear ropa de tejidos naturales, como el algodón o el lino.
Limpieza de alimentos
La lejía de ceniza diluida puede emplearse para lavar frutas y verduras, eliminando residuos de pesticidas e insectos. Es importante enjuagar bien los alimentos después de este tratamiento para eliminar cualquier resto de la solución.
Fabricación de jabón
Uno de los usos tradicionales más conocidos de la lejía de ceniza es como ingrediente base para la elaboración de jabón casero. Al mezclarla con aceites o grasas, se produce una reacción de saponificación que da lugar a un jabón natural y biodegradable denominado jabón potásico.
Usos de la lejía de ceniza en las plantas

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Además de como detergente para limpiar en el hogar, la lejía de ceniza ofrece numerosos beneficios para el jardín y el huerto
Como insecticida y fungicida natural
La lejía de ceniza es un potente insecticida y fungicida natural que puede ayudar a controlar diversas plagas y enfermedades en las plantas:
- Combate eficazmente pulgones, cochinillas, ácaros (araña roja), mosca blanca y diversos tipos de gusanos.
- Previene y trata enfermedades fúngicas como el mildiu o el oídio, la botritis, la roya o la antracnosis.
- Actúa como bactericida, eliminando patógenos que pueden afectar a las plantas.
Para su aplicación como insecticida o fungicida, se recomienda diluir la lejía de ceniza en una proporción de 1 parte de lejía por 15-20 partes de agua y pulverizar sobre las plantas afectadas, preferentemente en horas de poca luz solar para evitar quemaduras en las hojas.
Como fertilizante
La lejía de ceniza es rica en potasio, un nutriente esencial para el desarrollo de las raíces, la floración y la producción de frutos. Como fertilizante, puede aplicarse de dos formas:
- Fertilizante foliar: diluir 1 parte de lejía de ceniza por 10 partes de agua y pulverizar sobre las hojas de las plantas.
- Fertilizante de riego: aplicar la misma dilución en la base de las plantas, especialmente beneficioso para cultivos con alta demanda de potasio como tomates, pimientos, zanahorias y patatas.
Por cierto, los posos que sobran en el proceso de elaboración de la lejía de ceniza se pueden secar al sol y luego reutilizarlos en el huerto como barrera o fertilizante.
¡Úsala con precaución!
Hay que tener ciertas precauciones al utilizar la lejía de ceniza:
- Es cáustica y puede irritar la piel, los ojos y las vías respiratorias, por lo que se recomienda usar protección adecuada durante su manipulación.
- Debe almacenarse en recipientes etiquetados, fuera del alcance de niños y mascotas.
- Para uso en plantas, es crucial respetar las diluciones recomendadas para evitar quemaduras en las hojas o raíces.
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